PAPA FRANCISCO
ÁNGELUS
Plaza del Santuario de Nuestra Señora de Bonaria, Cagliari
Domingo 22 de septiembre de 2013
Queridos hermanos y hermanas:
Antes de concluir esta celebración, os saludo con afecto, en especial a mis hermanos obispos de Cerdeña, a quienes doy las gracias. Aquí, a los pies de la Virgen, desearía agradecer a todos y cada uno de vosotros, queridos fieles, sacerdotes, religiosos y religiosas, autoridades y, de modo especial, a quienes han colaborado para organizar esta visita. Sobre todo quiero encomendaros a María, Nuestra Señora de Bonaria. Pero en este momento pienso en los numerosos santuarios marianos de Cerdeña: vuestra tierra tiene un fuerte vínculo con María, una relación que expresáis en vuestra devoción y en vuestra cultura. Sed siempre auténticos hijos de María y de la Iglesia, y demostradlo con vuestra vida, siguiendo el ejemplo de los santos.
Al respecto, recordamos que ayer, en Bérgamo, fue proclamado beato Tomás Acerbis de Olera, fraile capuchino, que vivió entre los siglos XVI y XVII. Damos gracias por este testigo de la humildad y de la caridad de Cristo.
Ahora recitemos juntos la oración del Ángelus.
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