MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO
PARA LA CAMPAÑA DE FRATERNIDAD 2018 DE LA IGLESIA EN BRASIL
¡Queridos hermanos y hermanas de Brasil!
En este tiempo de Cuaresma, me uno con agrado a la Iglesia en Brasil para celebrar la campaña “Fraternidad y superación de la violencia”, cuyo objetivo es la construcción de la fraternidad promoviendo una cultura de paz, de reconciliación y de justicia a la luz de la Palabra de Dios, como camino para superar la violencia. De esta manera, la Campaña de Fraternidad 2018 nos invita a identificar la violencia en muchos ámbitos y manifestaciones y, con confianza, fe y esperanza, superarla siguiendo el camino del amor que se hace visible en Jesús Crucificado.
«Jesús vino a darnos la vida plena» (cf. Jn 10, 10). En la medida en que Él está entre nosotros, la vida se convierte en un ámbito de fraternidad, de justicia, de paz, de dignidad para todos. (ver Exhortación Apostólica Evangelii gaudium, 180). Este tiempo penitencial, en el que estamos llamados a vivir la práctica del ayuno, de la oración y de la caridad, nos hace comprender que somos hermanos. Dejemos que el amor de Dios se haga visible entre nosotros, en nuestras familias, en las comunidades y en la sociedad.
«Este es el tiempo favorable, este es el día de la salvación» (cf. 2 Co 6,2: cf. Is 49,8), que nos trae la gracia del perdón recibido y ofrecido. El perdón de las ofensas es la expresión más elocuente del amor misericordioso y, para nosotros los cristianos, es un imperativo del que no podemos prescindir. ¡Qué difícil es perdonar, a veces! Y sin embargo, el perdón es el instrumento puesto en nuestras frágiles manos para obtener la serenidad del corazón, la paz. Dejar de lado el resentimiento, la ira, la violencia y la venganza es la condición necesaria para vivir como hermanos y superar la violencia. Acojamos, pues la exhortación del apóstol: «No se ponga el sol mientras estéis airados» (Ef 4, 26).
Seamos protagonistas de la superación de la violencia haciéndonos mensajeros y constructores de paz. Una paz fruto del desarrollo integral de todos, una paz que nazca de una nueva relación con todas las criaturas. La paz se teje día tras día con paciencia y misericordia, dentro de la familia, en la dinámica de la comunidad, en las relaciones laborales, en la relación con la naturaleza. Son pequeños gestos de respeto, de escucha, de diálogo, de silencio, de afecto, de acogida, de integración, que crean espacios donde se respira la fraternidad: «Vosotros sois todos hermanos» (Mt 23, 8), como afirma el lema de la Campaña de Fraternidad de este año. En Cristo, somos una sola familia, nacidos de la sangre de la Cruz, nuestra salvación. Las comunidades de la Iglesia en Brasil anuncien la conversión y el día de la salvación para una convivencia sin violencia.
Le pido a Dios que la Campaña de Fraternidad de este año empuje a todos a emprender caminos de superación de la violencia, conviviendo cada vez más como hermanos y hermanas en Cristo. Invoco la protección de Nuestra Señora de Aparecida sobre el pueblo brasileño, impartiendo mi bendición. Os pido a todos que recéis por mí.
Vaticano, 27 de enero de 2018.
Francisco
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