MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO
A LOS PARTICIPANTES EN EL CONGRESO MUNDIAL DE SIGNIS
[SEÚL, 15-18 DE AGOSTO DE 2022]
Envío saludos y buenos deseos a todos los participantes en el SIGNIS World Congress que este año se celebra en Seúl, combinando encuentros presenciales con conferencias virtuales. Como asociación internacional para los profesionales católicos de las comunicaciones, es justo que os encontréis en Corea del Sur, una tierra cuya historia de evangelización muestra el poder de la palabra impresa y el rol esencial de los laicos en la difusión del Evangelio. Que la historia de san Andrés Kim y sus compañeros, de hace dos cientos años, pueda confirmaros en vuestros esfuerzos por difundir el Evangelio de Jesucristo en la lengua de los medios de comunicación contemporáneos.
Es apropiado que, en estos días marcados por nuevos focos de violencia y de agresión en nuestro mundo, hayáis elegido como tema de vuestro Congreso Mundial “Paz en el Mundo Digital”. La revolución de los medios digitales de los últimos decenios ha demostrado ser un poderoso medio para promover la comunicación y el diálogo dentro de la familia humana. De hecho, en los meses de confinamiento debido a la pandemia, vimos claramente cómo los medios digitales han sabido unirnos, no solo difundiendo informaciones fundamentales, sino también colmando la soledad del aislamiento y, en muchos casos, uniendo a familias enteras y comunidades eclesiales en oración y en adoración.
Al mismo tiempo, el uso de los medios digitales, especialmente de las redes sociales, ha levantado un gran número de cuestiones éticas serias que requieren un juicio sabio y perspicaz por parte de los comunicadores y de todos aquellos que se ocupan de la autenticidad y de la calidad de las relaciones humanas. A veces y en algunos lugares, las páginas web de los medios de comunicación se han convertido en ámbitos de toxicidad, incitación al odio y noticias falsas. Para afrontar este desafío, SIGNIS puede desempeñar un rol importante a través de la educación a los medios de comunicación y una red de medios católicos, y combatiendo mentiras y desinformación. Os animo a perseverar en estos esfuerzos, prestando particular atención a la necesidad de asistir a las personas, especialmente a los jóvenes, a desarrollar un sentido crítico sensato, aprendiendo a distinguir la verdad de la mentira, lo justo de lo equivocado, el bien del mal, y a apreciar la importancia de trabajar por la justicia, la concordia social y el respeto de nuestra casa común. Quisiera también animaros a considerar a las muchas comunidades en nuestro mundo que quedan excluidas del espacio digital, haciendo de la inclusión digital una prioridad de vuestra planificación organizativa. Haciendo esto, daréis una contribución significativa a la difusión de una cultura de la paz enraizada en la verdad del Evangelio.
En mi Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de este año hablé de la escucha como del primer e indispensable ingrediente del diálogo y de la buena comunicación, y pedí a los periodistas que desarrollen su habilidad de “escuchar con los oídos del corazón”. Más que cualquier otra cosa, el “apostolado del oído” os pertenece en cuanto comunicadores católicos. De hecho, la comunión no es solo una profesión, sino que es también un servicio al diálogo y a la comprensión entre individuos y comunidades más grandes en la búsqueda de una serena y pacífica coexistencia.
La escucha es también esencial en el camino sinodal que toda la Iglesia ha emprendido en estos años. Espero que en vuestra comunicación contribuyáis a este proceso asistiendo al pueblo santo y fiel de Dios en nuestro compromiso de escucharnos unos a otros y de escuchar la voluntad del Señor para crecer en la conciencia de que participamos en una comunión que nos precede y nos incluye. De esta manera también vuestros esfuerzos por promover la Paz en el Mundo Digital ayudarán a crear una Iglesia cada vez más “sinfónica”, cuya unidad se exprese en una polifonía armoniosa y sagrada.
Queridos hermanos de SIGNIS , con estos sentimientos, os envío mis mejores deseos de oración por vuestro trabajo y por la fecundidad espiritual de este Congreso Mundial. Sobre vosotros, vuestras familias, vuestros colegas y todos aquellos que servís, invoco las abundantes bendiciones de sabiduría, alegría y paz. Os pido, por favor, que no os olvidéis de rezar por mí.
Roma, San Juan de Letrán, 15 de junio 2022
Francisco
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