SALUDO DEL SANTO PADRE FRANCISCO
A LA DELEGACIÓN DE LOS
SUPERMERCADOS COOPERATIVA VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS, GRANADA (ESPAÑA)
Salita del Aula Pablo VI
Sabado, 11 de enero de 2025
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Queridos hermanos, queridas hermanas:
Es para mí un placer encontrarme con ustedes hoy, en la grata ocasión del 65 aniversario de la fundación de la Cooperativa Virgen de las Angustias. He leído con interés la labor que realizan como empresa y como fundación. Este binomio me parece importante, pues la primera ayuda que podemos dar a la sociedad es poner en valor los bienes que tenemos, con un servicio profesional que afronte las necesidades reales de las personas y permita un desarrollo sostenible. Es desde ahí que podemos ofrecer nuestro auxilio a aquellos que, por causa de las calamidades naturales, la guerra, la discapacidad o la exclusión social, necesitan un apoyo ulterior. Ustedes se han propuesto alcanzar ambos estándares y me parece un hermoso propósito.
Todo este proyecto, en realidad, está ya delineado desde su fundación en la palabra COVIRAN, Cooperativa Virgen de las Angustias. Lo primero es cooperar, trabajar juntos, aunar fuerzas, conformar un mosaico, donde todos son importantes, pero al mismo tiempo conscientes de que es en el conjunto donde se puede percibir la belleza de la obra. En segundo lugar, la Virgen María, nuestra Madre, el motivo y el modelo de este esfuerzo, confiarnos a ella en este intento con devoción, y a la vez imitarla en el talante que debe presidir nuestro trabajo. ¿Qué mejor eslogan para una institución como la de ustedes que la gente pudiese decir que les han tratado “como lo hubiera hecho una madre”?
En tercer lugar, las angustias. Todos ustedes conocen bien la imagen que preside la Basílica de la Carrera de la Virgen. Nuestra Madre está ante Cristo yacente sobre una mesa, en vez de la tradicional representación del descendimiento de la cruz en el que María abraza a su Hijo. Esa mesa, donde yace Jesús, se nos presenta como tarea, poniendo en el banco de nuestro establecimiento, en el despacho de la oficina, el dolor del mundo que Jesús llevó hasta el calvario. Es a Él a quien servimos, es a Él a quien apoyamos en nuestras iniciativas y lo queremos hacer como lo hace su bendita Madre, sabiéndonos conmover por su dolor. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide. Muchas gracias.
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