JUAN PABLO II
ÁNGELUS
Domingo 19 de junio de 1983
1. Antes de acabar la Santa Misa deseo recitar el "Ángelus", como recito esta oración a mediodía cada domingo en Roma.
El "Ángelus" lleva consigo toda la elocuencia del misterio que, entre otras cosas, se ha expresado en el santuario polaco de Jasna Góra: María aceptó la anunciación del Arcángel como la humilde Esclava del Señor y por obra del Espíritu Santo fue Madre del Verbo Eterno. "El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros" (cf. Jn 1, 14), para realizar la redención del mundo. La oración del "Ángelus" nos recuerda el comienzo del misterio de la redención, al que especialmente intentamos acercarnos en este año del Jubileo extraordinario.
2. Deseo en la oración del "Ángelus" en Jasna Góra unirme a todos los que hoy recitan esta oración junto a mí en Roma o en cualquier lugar del mundo.
Deseo unirme particularmente a aquellos que viven en toda la tierra polaca: a mis compatriotas. Oro con ellos y oro por ellos. Por todos.
3. En esta oración deseo de modo especial unirme a aquellos que en mi patria desarrollan diferentes trabajos intelectuales.
Pienso en los enseñantes y en los educadores de las diversas escuelas (desde los parvularios a la universidad).
Pienso en los empleados que trabajan en las oficinas, en la industria y en el comercio.
Pienso en los médicos y en todo el personal del servicio sanitario.
Pienso en los trabajadores según las diversas funciones especializadas que desarrollan.
Pienso en los ingenieros de los diversos sectores.
Pienso en los creadores de la cultura y del arte de la nación.
Pienso en todos los que la difunden.
Pienso en los hombres de letras.
Pienso en los hombres de ciencia.
Pienso en todas aquellas profesiones, vocaciones al mismo tiempo, que sirven al bien común de la sociedad, formando los diversos sectores de la cultura nacional.
4. Encomendaremos también al Señor ―en otras ocasiones― a los agricultores y a los trabajadores de la industria y otros grupos sociales.
Hoy, aquí en Jasna Góra, introducimos en el contenido de nuestra oración del "Ángelus" a todos aquellos que desarrollan cualquier tipo de trabajo intelectual en la patria. La oración del "Ángelus" nos permite meditar sobre la revelación del eterno designio del amor de Dios para con el hombre. Que el trabajo de la inteligencia humana, en sus diferentes campos, sirva en tierra polaca para consolidación de la verdad y para ampliación de las áreas del bien en nuestra comunidad patria.
Que Ella, que es la Madre del Verbo Encarnado, implore esto para nosotros al Padre de toda luz.
Ella que desde hace seis siglos está presente en medio de nosotros en su imagen de Jasna Góra.
Ella, que ha sido "dada para defensa de la nación polaca".
"El Ángel del Señor"...
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