JUAN PABLO II
ÁNGELUS
Domingo 25 de noviembre de 1984
Solemnidad de Cristo Rey
1. "Cristo ha resucitado, primicia de todos los que han muerto, por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán todos murieron, por Cristo todos volverán a la vida" (1 Cor 15, 20-22).
Con estas palabras de la primera Carta de Pablo a los Corintios la Iglesia celebra hoy a Cristo como Rey de los siglos y Señor de los que dominan.
2. Al rezar el Ángelus, nos unimos a María que, durante la Anunciación, escuchó del ángel estas palabras sobre su Hijo: Él "reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin" (Lc 1, 33).
En esta solemnidad el reino de Cristo se ha manifestado también en la beatificación de los Siervos de Dios
― José Manyanet y Vives, sacerdote español y fundador de la congregación de los Hijos de la Sagrada Familia y del instituto de las Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret.
― Daniel Brottier, sacerdote francés de la congregación del Espíritu Santo y del Corazón Inmaculado de la Bienaventurada Virgen María.
― Sor Isabel de la Trinidad, religiosa francesa profesa de la Orden de las Carmelitas Descalzas.
He aquí a tres miembros de ese reino, que nadie les quitará.
3. Durante el mes de noviembre nos detenemos con particular frecuencia ante las tumbas de nuestros difuntos. De la solemnidad de Cristo Rey desciende sobre estas tumbas la luz de la resurrección: "Cristo ha resucitado, primicia de todos los que han muerto".
De aquí nace la fe en "la resurrección de la carne la vida eterna":
"por Cristo todos volverán a la vida".
Ante las tumbas de nuestros difuntos, las cuales son testimonio de la muerte del hombre, imploramos la vida:
― para que todos vuelvan "a la vida por Cristo"
― para que participen en este reino que "no tendrá fin";
― para que "Dios sea todo en todos" (1 Cor 15, 28).
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