ENCUENTRO DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II
CON LA COMUNIDAD CRISTIANA DE LA DIÓCESIS DE ALBANO
Castelgandolfo
Sábado 10 de octubre de 1981
Os doy las gracias por este encuentro, por el hermoso programa que me habéis ofrecido, comenzando por las palabras de vuestro obispo, mons. Gaetano Bonicelli. Y debo deciros que el programa ha sido interesante. Quiero referirme por un instante al lema elegido como resumen de este programa: "Muchos carismas, una misión". Pienso que para llegar a ello se necesita redescubrir el sentido de la vida tal como aparecía en el mimo representado por "Generación Nueva" esta tarde. Hay que redescubrir esta verdad: Dios da sentido a nuestra vida. Cuando redescubrimos que el Señor da sentido a nuestra vida, nos redescubrimos a nosotros mismos, nuestra humanidad, nuestra personalidad humana y cristiana, nuestros carismas. Y de este modo descubrimos asimismo a la Iglesia en cuanto comunidad que nos hace caminar juntos. Los carismas jamás funcionan aisladamente; necesitan siempre una comunidad, un cuerpo; según San Pablo, son como los órganos que funcionan en un cuerpo y fuera de este cuerpo están muertos. Así que debemos descubrirnos a nosotros mismos y descubrir la Iglesia, es decir, la comunidad en que funcionan nuestros carismas, donde somos revelados a nosotros mismos y se nos revelan los demás. Y son ciertamente muchos los carismas, cada uno de nosotros tiene el suyo.
Caminar juntos quiere decir ir adelante con estos carismas en una misma misión que, siendo una, se diversifica precisamente según los carismas de cada uno de nosotros, y se enriquece con estos carismas. Y en esto consiste la riqueza de cada uno de nosotros y de las comunidades, y también de la Iglesia.
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