PALABRAS DEL PAPA JUAN PABLO II
A MILES DE PEREGRINOS REUNIDOS
EN LA PLAZA DE SAN PEDRO PARA REZAR EL SANTO ROSARIO
Miércoles, 2 de enero de 1991
Agradezco vivamente vuestra presencia aquí en la plaza de San Pedro, donde os habéis reunido para rezar el Santo Rosario y cantar bellos villancicos ante el portal de Belén; sin olvidar la colorida serenata mexicana.
México sabe rezar, cantar... y gritar.
Un saludo particular y afectuoso deseo dirigir a los padres y a las madres de los Legionarios de Cristo que mañana recibirán la ordenación sacerdotal. Ruego a Dios para que los hogares y las familias cristianas sean semilleros donde surjan y se acojan copiosas vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa.
Están aquí presentes también numerosos jóvenes del Movimiento “Regnum Christi” a quienes aliento a una generosa entrega siendo siempre testigos del mensaje de amor cristiano. A vosotros, chicos y chicas que venís de México, de España, de Irlanda y de otros Países de América Latina y de Europa os animo a ser sembradores de esperanza e ilusión para construir un mundo más solidario, justo y fraterno.
Al volver a vuestros lugares de origen llevad con vosotros el saludo del Papa a vuestros familiares y amigos. Os encomiendo en mis oraciones a la Virgen de Guadalupe para que os proteja siempre y os muestre el camino de gozo que lleva a su Hijo Jesucristo, Nuestro Señor y Salvador.
A todos bendigo con gran afecto. Buenas noches.
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