DISCURSO DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II
AL CENTRO CULTURAL "JUAN PABLO II" DE WASHINGTON
Viernes 22 de septiembre de 2000
Querido cardenal Maida,
excelencias, señoras y señores:
Hace casi exactamente tres años estábamos unidos espiritualmente en la alegría de la ceremonia de colocación de la primera piedra del Centro cultural y ahora os encontráis en la fase final de la construcción y prevéis inaugurarlo el año próximo. Vuestra visita me brinda la oportunidad de expresar una vez más mi sincera gratitud a los que han financiado este proyecto y a los que han trabajado en su realización.
El centro es importante porque se trata de un instrumento de evangelización. No tiene como fin honrar a una persona en particular, sino contribuir, utilizando los medios que proporciona la tecnología moderna, a lograr que la Iglesia y su mensaje sean más conocidos y comprendidos. La celebración del Año jubilar ha mostrado que en todas partes la gente no sólo desea profesar las verdades de la fe, sino también edificar y fortalecer el sentido de comunidad católica mediante actividades religiosas y culturales. Una de las cuestiones principales de nuestro tiempo es la relación entre la fe y la cultura. Deseo estimular vuestros esfuerzos por garantizar que el centro ofrezca oportunidades para el estudio de temas importantes para la vida cristiana en el clima cultural actual de vuestro país. Vuestra tarea consiste en hacer que el centro promueva actividades orientadas a transmitir a un gran número de personas los tesoros de nuestra herencia católica.
Con mi gratitud y mi aliento, bendigo vuestros esfuerzos e invoco los dones abundantes del Señor sobre vosotros y sobre vuestras familias. Que vuestra visita a Roma durante el Año jubilar os proporcione paz interior y renovado amor a la Iglesia.
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