ALOCUCIÓN DEL PAPA JUAN PABLO II
A VARIOS GRUPOS DE PEREGRINOS
Sábado 13 de diciembre de 2003
Amadísimos hermanos y hermanas:
1. Me alegra mucho encontrarme con vosotros, y os doy a cada uno mi cordial bienvenida.
Saludo, en primer lugar, al presidente, honorable Mario Pescante, y a los miembros de los cuarenta y nueve Comités olímpicos europeos, que participan en la asamblea anual del Comité olímpico internacional. Aprovecho esta ocasión para destacar, una vez más, el valor y la importancia del deporte, especialmente en la formación de la juventud. Europa es la cuna del deporte moderno, que deriva de las competiciones de los antiguos griegos, caracterizadas por el respeto recíproco y la amistad. Que el conocido lema de las Olimpiadas modernas, "Citius, altius, fortius", siga distinguiendo la práctica deportiva de las nuevas generaciones.
2. Saludo, asimismo, al grupo de la Asociación italiana de ópticos y al de la Asociación italiana para la investigación de las enfermedades de los ojos. Que vuestra patrona santa Lucía, cuya fiesta celebramos hoy, os ayude a realizar siempre con gran esmero vuestra actividad en favor de quienes tienen problemas de vista. Se trata de un importante servicio que prestáis a la sociedad.
3. Por último, os dirijo un saludo a vosotros, miembros del grupo "Interdis", y os agradezco esta visita. Os doy las gracias también por el generoso apoyo que dais a las iniciativas de caridad del Papa en favor de los más necesitados.
Queridos hermanos, al acercarse la santa Navidad, os expreso mis mejores deseos a vosotros y a vuestros familiares, y aseguro a cada uno un recuerdo en la oración. Os bendigo de corazón a todos.
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