DISCURSO DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II
AL MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES DE IRÁN*
Jueves 12 de febrero de 2004
Excelencia:
Me complace darle la bienvenida hoy al Vaticano. Su presencia es un signo de la cooperación que, durante más de cincuenta años, ha caracterizado las relaciones oficiales entre la Santa Sede y su país. Confío en que este espíritu de colaboración siga creciendo cada vez con más fuerza, mientras afrontamos las cuestiones que resultan de interés común.
No menos importante, a este respecto, es el compromiso constante de salvaguardar los derechos inalienables y la dignidad de la persona humana, especialmente mediante esfuerzos encaminados a fomentar una mayor comprensión entre los pueblos de diferentes tradiciones religiosas, culturales y étnicas.
Señor ministro, le expreso mis mejores deseos para su estancia en Roma e invoco sobre usted las bendiciones de Dios todopoderoso.
*L'Osservatore Romano. Edición semanal en lengua española, n.8, p.9.
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