RADIOMENSAJE DE SU SANTIDAD JUAN XXIII
EN EL TERCER ANIVERSARIO DE SU ELECCIÓN*
Sábado 29 de octubre de 1961
Sabemos que para el 4 de noviembre está preparándose una fiesta familiar en torno a nuestra humilde persona, en el tercer aniversario de la elección y con motivo del octogésimo cumpleaños de nuestra vida. Bien podéis creer que esto constituye para Nos un motivo de sentida alegría y de agradecimiento paternal. Cuanto sucedió en la tarde del 28 de octubre de 1958 constituye un misterio de la bondad y de la misericordia del Señor; de lo que ha venido sucediéndose después, día tras día, acompañado de tantos consuelos, que realmente fueron aliviando las penas que sellan y como consagran el ministerio y el servicio del Papa y de aquellos que, con él, se mantienen fieles a las enseñanzas de Jesús, ha sido fruto de la gracia del cielo, que la buena voluntad fue procurando secundar.
Que Dios sea bendito. Y que os llegue la gratitud también a vosotros, hermanos e hijos, próximos y lejanos, de toda lengua, raza y nación. Innumerables veces expresó nuestro espíritu su conmoción ante el espectáculo de los encuentros aquí presenciados, en las grandes audiencias que se repiten cada semana.
A todos aquellos que, por circunstancias y dificultades de cualquier género, no podrán llegar hasta el Padre, deseamos les llegue nuestra voz, que suena para todos como estímulo y encauzamiento de una vida cristiana, ordenada y fecunda, de una paz doméstica y social. ¡Hijos queridísimos! El acento de nuestra plegaria sigue siendo confiado. Nuestro corazón y nuestros brazos siguen abiertos. Nuestro espíritu, en la dulzura de sus efusiones íntimas, repite de nuevo como ahora hace tres años: "Dominus legifer noster; ipse portabit nos; et salvabit nos" (Cf. Is. 33, 22 y 46, 4).
* AAS 53 (1961) 753-754; Discorsi, messaggi, colloqui, vol. III, págs. 494-495.
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