ALOCUCIÓN DEL SANTO PADRE PABLO VI
A UNA PEREGRINACIÓN PORTUGUESA
Sala de los Suizos, Castelgandolfo
Martes 25 de agosto de 1964
Queridos hijos de Portugal:
Venís desde vuestra patria lejana a nuestra casa para ver al Papa, Sucesor de Pedro, Vicario de Cristo en la tierra; gesto que revela elocuentemente el profundo espíritu de fe del pueblo portugués y su incondicional adhesión a la Iglesia.
Nos, al expresaros ahora nuestros más sinceros pensamientos de gratitud por vuestra gentileza, queremos formularos un voto.
Sois hijos de una noble nación que tanto se ha distinguido por los servicios prestados a la Iglesia, abriendo los caminos del mar a sus intrépidos misioneros, portadores del Evangelio de Cristo a los remotos pueblos de Oriente y Occidente.
Que todas esas glorias de vuestro ilustre pasado sean para vosotros un poderoso incentivo para realizarlas hoy también, en la sociedad moderna en que vivís, con el mismo ideal cristiano que llevó a vuestros antepasados a propagar la fe por las lejanas tierras de ultramar, extendiendo las fronteras del mundo católico. Con vuestro ejemplo de vida profundamente cristiana y con vuestra acción, orientada a santificar el ambiente familiar, social, profesional, en que discurre vuestra vida de cada día, prestaréis uno preciosa contribución a la causa de Cristo y de la Iglesia, en nuestro mundo contemporáneo.
Como prenda de las gracias que para vosotros pedimos a Dios por intercesión de Nuestra Señora de Fátima, especial patrona de vuestra noble patria, os impartimos de corazón a todos vosotros aquí presentes, a vuestras familias, parientes y amigos, nuestra paternal bendición apostólicaCopyright © Dicastero per la Comunicazione - Libreria Editrice Vaticana