DISCURSO DEL SANTO PADRE PABLO VI
AL EMBAJADOR DE ZAMBIA*
Jueves 20 de junio de 1968
Señor Embajador:
Estamos muy agradecidos por los saludos que usted nos ha traído de parte del presidente del pueblo de la República de Zambia, y de todo corazón damos la bienvenida a Su Excelencia en su calidad de segundo embajador de su país ante ésta Santa Sede.
Apreciamos sumamente sus ponderadas palabras que se refieren a la contribución de la Iglesia en favor de su pueblo. Zambia puede estar segura de que sus ciudadanos católicos serán siempre leales y respetarán las leyes, esforzándose siempre para progresar en bien de la patria y para obtener para ella paz y prosperidad.
El mensaje del cristianismo afirma la igualdad y hermandad de los hombres y su deber de amarse y de asistirse recíprocamente en razón de su amor a Dios, el Creador y Redentor de la humanidad. Los elevados valores espirituales que él enseña son indispensables para el desarrollo completo de las posibilidades humanas y para su avance hacia un mundo unido en progreso pacífico.
Pedimos a Su Excelencia que presente Nuestro cordial saludo y buenos deseos a Su Excelencia el Doctor Kauna, a quien tuvimos el honor de recibir en audiencia, al Gobierno y a todo el querido pueblo de Zambia, sobre quienes invocamos la mayor riqueza de gracias y favores divinos. Deseamos a Su Excelencia mucho éxito en su importante misión y le aseguramos Nuestro interés, colaboración y alta estima.
*ORe (Buenos Aires), año XVIII, n°806, p.3.
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