DISCURSO DE SU SANTIDAD PABLO VI
AL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DE GABÓN*
Lunes 26 de noviembre de 1973
Señor Presidente:
Pasados cinco años, se Nos ofrece de nuevo el placer de recibirle. Nos os agradecemos el que hayáis querido este encuentro sencillo y cordial, este diálogo que permite el intercambio de preocupaciones, el fortalecimiento de vínculos, la formulación de anhelos.
Traéis el saludo del pueblo del Gabón, pueblo orgulloso, audaz, decidido a hacer fructificar los recursos humanos y económicos de que dispone. El porvenir no le causa temor. Ante él se abre un inmenso campo de posibilidades en que se compromete con audacia y confianza. Sabrá cultivarlo fijándose como objetivos primarios la elevación del nivel de vida de todos los ciudadanos, la promoción de los valores espirituales y culturales y el respeto de la libertad individual y social sin la que sería vano todo esfuerzo.
Nuestros mejores votos acompañan este programa. Se dirigen en primer lugar a Vuestra Excelencia, que lleva sobre sus hombros pesadas responsabilidades. Se dirigen también a vuestra familia, a los miembros de vuestro séquito y a todos los habitantes de vuestro país, tan cerca de Nuestro corazón. Se dirigen finalmente, con particular afecto, a Nuestros hijos, los católicos, para que trabajen generosamente por el bien de su patria, dentro de la fidelidad al Evangelio.
Nos invocamos sobre vuestra persona, señor Presidente, y sobre todos los habitantes del Gabón, felicidad y prosperidad, implorando las bendiciones del Todopoderoso.
*L'Osservatore Romano, edición en lengua española, n.48 p.4.
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