DISCURSO DE SU SANTIDAD PÍO XII
A LOS PARTICIPANTES EN EL CONGRESO
MUNDIAL DE LA POBLACIÓN*
Sábado 8 de septiembre de 1954
Nos sentimos dichosos de saludar a los participantes en el Congreso Mundial de la Población que han deseado visitarnos.
La ciencia de la población es joven, pero es primordial, puesto que toca en forma inmediata a la vida humana y puede aclarar algunos de sus problemas más graves, tanto individuales como sociales.
La Iglesia no ignora estos problemas; no es indiferente a sus aspectos angustiosos, como dan fe de ello hartos documentos emanados recientemente de la Santa Sede y que se refieren a la vida familiar, la economía nacional, las relaciones entre los pueblos, de los cuales unos se hallan abundantemente provistos de riquezas, mientras otros permanecen en condiciones trágicas.
Pero la Iglesia ha querido siempre situar los problemas de la población en su perspectiva verdadera: la de un destino moral, personal, que a través de una acción valiente, hasta audaz, en el tiempo, ha de hallar su desarrollo en la posesión eterna de Dios.
No podemos por esto sino regocijarnos de la luz que vuestros trabajos, los de los demógrafos sinceros, aportan al conocimiento de las leyes y de los valores que condicionan la evolución de las poblaciones. Por esto también es por lo que Nos inducimos a los católicos a tomar parte activa en las investigaciones y en los esfuerzos que en este campo se llevan a cabo. Pero Nos deseamos que lo hagan en fidelidad a la doctrina cristiana, en comunión con tantos hombres y mujeres que iluminados por su razón y sostenidos por una justa confianza en la Providencia, plenamente conscientes de las dificultades a las que hacen frente y de sus deberes para con la comunidad, respetan el deseo creador que se halla en el corazón mismo del amor y de la vida.
*ORe (Buenos Aires), año III, n°153, p.3.
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